ETNIAS EN COLOMBIA



Nuestro país es reconocido como pluricultural y multilingüe, en la actualidad existen 87 etnias indígenas, 3 grupos diferenciados de población afrocolombiana y desde luego el pueblo ROM o gitano. A su vez, cuenta con 64 lenguas amerindias, el bandé, lengua de los raizales del Archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina, el palenquero, lengua criolla de las comunidades de San Basilio de Palenque, (primer pueblo libre de América, declarado por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) como obra maestra del patrimonio oral e inmaterial de la humanidad) y el Romaní o Romanés lengua del pueblo Rom.

Está sección pretende hacer un sentido homenaje a nuestras raíces étnicas, a nuestros orígenes genéticos y culturales, así como, un reconocimiento a su aporte, esfuerzo y merito, en la construcción de nuestro país. De igual manera, deseamos ofrecerle al público en general información de cada uno de los grupos étnicos de Colombia, exponiendo sus aspectos más relevantes.

Los pueblos indígenas son en su origen anteriores a la conformación del Estado colombiano. Éstos han tenido que ver con el largo proceso histórico que lleva de la colonización europea, pasando por las luchas de independencia, a la conformación de la República. Ha sido un camino difícil de resistencia y defensa cultural y territorial pero también de aportes significativos a la cultura y a la vida nacional.

Basta pasar por una calle de cualquier ciudad de nuestra patria, es suficiente viajar un poco por su territorio para persuadirnos de que las razas españolas e indígenas no so las únicas componentes étnicas del mestizaje colombiano. Del África, nos vinieron los negros, a través de procesos de amargura y de opresión reprobados hoy por todos los espíritus racionales y civilizados

Los Rom, gracias al nomadismo estructural que nos caracteriza, somos un pueblo con proyección transnacional. Por eso somos ciudadanos del mundo, que vamos de un lugar para otro, como desarraigados, aunque la verdad sea dicha es que siempre llevamos con nosotros nuestras raíces, es decir, nuestros usos y costumbres ancestrales. Siempre llevamos la nación a cuestas.